Estimados compañeros y compañeras (becarios y becarias) en setiembre de este año tendremos la posibilidad de encontrarnos quienes en un buen momento de nuestras vidas, tuvimos la oportunidad de dar un paso más en nuestra formación con el apoyo de la WKKF. Tendremos una nueva oportunidad, para intercambiar y discutir sobre los desafíos de nuestra América con la ventaja de que todos tenemos más experiencia y seguramente más sabiduría.
Este encuentro no es un fin en sí mismo, depende de nosotros que sea una “estación intermedia” en la construcción de una red de becarios (comunidad de aprendizaje) que nos vincule, y que nos permita contar con lo que los otros hacen y a los que les podamos aportar desde nuestra experiencia.
Les animamos a participar, a seguir activamente los pasos que iremos dando hacia el encuentro, a ir eligiendo sus saberes y vivencias para compartir en un encuentro -reencuentro para muchos- que nos comprometa más con nuestras realidades.
Seguramente aquella instancia fue importante en nuestras vidas; como experiencia formativa, profesional, personal, familiar y comunitaria. Salir de nuestros países, conocer otras culturas, otros ámbitos académicos, construir vínculos, saber y entender más de lo que hacíamos o de las preguntas que no tenían respuestas, seguramente fueron parte de lo vivido y también del “capital” con que retornamos a nuestros países, barrios y comunidades. La experiencia de querer transformar nuestras realidades, de querer hacer las cosas mejor es un poderoso motor y es parte del patrimonio que tenemos en común como becarios.
Probablemente ya tengamos armadas nuestras historias, nuestra inserción académica, profesional y comunitaria pero el espíritu de solidaridad y de saber si lo que hacemos es lo que la gente precisa para transformar su realidad, sigue latiendo en cada uno de nosotros.
Somos muchos, tenemos diferentes saberes e inserciones de trabajo a nivel comunitario, académico, gubernamental y no gubernamental; en una época donde las posibilidades de intercambio y conexión se han multiplicado.
Un abrazo fraternal,
Pablo Mazzini
LASPAU Fellow
Montevideo, Uruguay