Luego de 26 años como Directora Ejecutiva de la Fundación de Vida Rural vinculada a la Universidad Católica de Chile, dejé el cargo hace dos años para dedicar mi tiempo a intereses personales largamente postergados. La fundación desarrollaba actividades de educación y capacitación en sectores vulnerables socioeconomicamente en el país, con énfasis en zonas rurales. Actualmente me dedico a mi familia en especial a mis 11 nietos, a trabajar intensamente en talleres de cerámica gres y talleres de literatura y filosofía.